4 de julio de 2014

Fondos buitres vs Argentina 2: Los buitres huelen una "Vaca Muerta".

En pleno debate sobre los fondos buitres y la deuda externa argentina, sobre las finanzas globalizadas y la independencia de la justicia norteamericana, este humilde Basurero trae a este escenario algunos datos sobre el origen e historia de estos endeudamientos de los países de la periferia del capitalismo globalizado. Pero no como una mera curiosidad sino para que reflexionemos antes de formarnos una opinión o tomar partido por alguno de los dos campos que se están formando en Argentina sobre el tema de los fondos buitres y el endeudamiento o no del país. Porque para saber de qué estamos hablando cuando hablamos de globalización, capitalismo financiero, deuda externa, capitales buitres y demás temas afines, primero debemos ponernos de acuerdo en cuál es el contexto del fenómeno del que hablamos. Para eso nos referimos aquí a un libro sobre el origen de algunos préstamos internacionales y sus verdaderos fines. Un libro llamado Confesiones de un sicario económico, de John Perkins.
Pero primero veamos quién es John Perkins, cuál fue su trabajo y de qué trata su famoso libro:

Confesiones de un operador económico internacional:

"Confessions of an economic hit man", publicada en español como "Confesiones de un gángster económico" o "Confesiones de un sicario económico", es una autobiografía escrita por John Perkins y publicada en 2004. En ella relata la historia de su carrera con una firma de consultoría y cómo llegó a convertirse en un “sicario económico”.
Perkins define a los sicarios económicos como "profesionales altamente remunerados que le tienden trampas de billones de dólares a los países del mundo. Sus herramientas de trabajo son reportes financieros fraudulentos, manipulación de elecciones, sobornos, extorsiones, sexo y asesinatos".
En este libro Perkins confiesa que él fue un sicario económico que trabajó para una firma de consultoría internacional llamada Chas. T. Main para convencer a los países más pobres a aceptar enormes préstamos del Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, USAID entre otros y de asegurarse que todos los proyectos eran contratados con compañías estadounidenses.
Una vez que estos países estaban atados con deudas enormes el gobierno estadounidense les “daba una mordida” a manera de solicitud de favores que incluían acceso a los recursos naturales, cooperación militar y apoyo político.
Nota completa


Veamos ahora un video donde el mismo John Perkins explica con detalles el modus operandi de estos sicarios económicos y sus cómplices internos (cipayos, como decimos en nuestra nota anterior sobre el tema). 
Desde ya aclaramos que toda coincidencia con la historia argentina reciente es pura casualidad...


John Perkins. Confesiones de un sicario económico.





Queda ya claro cuál es el sentido del título de la nota, todos sabemos quienes son los fondos buitres y qué significa Vaca Muerta. Pero para quien quiera profundizar sobre este interesante personaje y sus confesiones, aquí acercamos un resumen del reportaje que se le hizo en un programa de TV estadounidense:



En su libro Confesiones de un Economic Hit Man, John Perkins describe cómo él mismo, como un profesional muy bien pagado, ayudó a EE.UU. a timar a países pobres alrededor del mundo en trillones de dólares prestándoles más dinero del que ellos podrían alguna vez pagar y para luego hacerse dueño de sus economías. 
Hace 20 años, Perkins comenzó a escribir un libro con el efectivo título: «Conciencia de un Economic Hit Man». 
Perkins dice, «El libro iba a ser dedicado a los presidentes de dos países, hombres que habían sido sus clientes, a quienes yo respeté y de pensamientos afines -Jaime Roldós, Presidente de Ecuador, y Omar Torrijos, Presidente de Panamá. Los dos murieron en accidentes de aviones. Sus muertes no fueron accidentales. Ellos fueron asesinados porque se opusieron a esa fraternidad de corporaciones, gobiernos y elites bancarias cuya es el imperio global. Nosotros, los Economic Hit Man fallamos en obtener de Roldós y a Torrijos... y otro tipo de Hit Men, los chacales castigadores de la CIA que siempre estaban detrás de nosotros, llevaron a cabo su tarea». 
John Perkins sigue en su escrito: «Fui persuadido para detener el libro que escribía. Cuatro veces más lo retomé durante los siguientes veinte años. En cada ocasión, mi decisión para recomenzar fue influida por los eventos del mundo actual: la invasión norteamericana de Panamá en 1980, la primera Guerra del Golfo, Somalía, y el surgimiento de Osama Bin Laden. Sin embargo, las amenazas o sobornos siempre me convencieron que lo detuviera». 
Pero ahora Perkins ha publicado finalmente su historia. El libro es titulado Confesiones de un Economic Hit Man. A continuación, una entrevista con el autor. 
- Explíquenos este término, el Economic Hit Man, E.H.M., como usted lo llama. 
- Básicamente para lo que fuimos entrenados para hacer y lo que era nuestro trabajo fue construir al imperio norteamericano. Para traer, para crear situaciones, en dónde tantos recursos como sea posible, fluyan a este país, a nuestras corporaciones y a nuestro gobierno y de hecho nosotros hemos tenido mucho éxito. Hemos construido el imperio más grande en la historia del mundo. 
Se ha llevado a cabo durante los últimos 50 años desde la Segunda Guerra Mundial, realmente con muy poco poderío militar. Sólo en casos raros como Irak dónde el ejército entra como el último recurso. Este imperio, al contrario de cualquier otro en la historia del mundo, se ha construido principalmente a través de la manipulación económica, a través de las estafas, a través del fraude, a través de seducir a los pueblos en nuestro estilo de vida, a través de los Economic Hit Man. Yo fui, seguro, una parte de todo eso. 
- ¿Cómo llegó a serlo? ¿Para quien trabajó? 
- Inicialmente fui reclutado mientras estaba en la Escuela de Negocios a finales de los sesenta por la Agencia de Seguridad Nacional, la organización de espionaje más grande y menos comprendida de la nación; pero finalmente trabajé para las corporaciones privadas.
- De acuerdo. Explíquenos sobre la compañía para la cual trabajó. 
- La compañía para la cual trabajé era una compañía llamada Chas. T. Main de Boston, Massachusetts. Éramos aproximadamente 2,000 empleados y llegué a ser el jefe economista. Terminé teniendo cincuenta personas que trabajan para mí. Pero mi trabajo real era hacer tratos. Fue dando préstamos a otros países, grandes préstamos, más grande que lo que ellos podrían rembolsar. Una de las condiciones de los préstamos -digamos de 1 billón de dólares a un país como Indonesia o Ecuador- era que este país tendría entonces que devolver el noventa por ciento de ese préstamo a una compañía o a compañías norteamericanas para construir la infraestructura -a la Compañía Halliburton o a Bechtel. Éstos eran los grandes. 
Esas compañías entrarían entonces y construirían un sistema eléctrico o puertos o carreteras y éstos servirían básicamente sólo para unas pocas de las familias más adineradas en esos países. Los pobres en aquellos países serían finalmente atrapados con una asombrosa deuda que ellos posiblemente no podrían rembolsar. Un país hoy en día como Ecuador simplemente debería destinar sobre el cincuenta por ciento de su presupuesto nacional para pagar su deuda. Y realmente no puede hacerlo. 
Así que, nosotros los tenemos literalmente encima de un barril. Así, cuando nosotros queremos más petróleo, vamos a Ecuador y decimos, «Pareciera que usted no puede rembolsar sus deudas, por consiguiente entregue su bosque lluvioso Amazónico que está lleno con petróleo a nuestras compañías petroleras». Y hoy estamos entrando y estamos destruyendo los bosques lluviosos del Amazonas, forzando a Ecuador a darnos porque ellos han acumulado toda esa deuda. Así que nosotros hacemos este gran préstamo, la mayoría de él regresa a los Estados Unidos, el país queda con la deuda más un montón en intereses y ellos se transforman básicamente en nuestros sirvientes, en nuestros esclavos. Es un imperio. Es un imperio enorme. 
- Usted dice que debido a los sobornos y a otra razones usted no escribió antes este libro. ¿Qué quiere decir con ello? ¿Quién intentó sobornarlo, o cuales fueron los sobornos que usted aceptó? 
- Bien, acepté medio millón de dólares de soborno en los años noventa para no escribir el libro.
- ¿De quien? 
- De una gran compañía de ingeniería de construcción. 
- ¿Cuál? 
- Hablando legalmente, no fue un soborno, fui pagado como consultor. Esto es todo muy legal. Pero esencialmente no hice nada. Estaba implícito cuando acepté este dinero como consultor para ellos que yo no tendría que hacer mucho trabajo, pero no debería escribir ningún libro sobre el asunto, por lo cual ellos eran conscientes que estaba en el proceso de escribir este libro que en ese momento yo llamé Conciencia de un Economic Hit Man.
Y si no hubiese vivido esta vida como un «Economic Hit Man», pienso que me sería difícil creer que alguien hace estas cosas. Y por eso escribí el libro, porque nuestro país realmente necesita entender, si las personas en esta nación entendieran acerca de lo que es realmente nuestra política exterior, acerca de la ayuda al exterior, cómo trabajan nuestras corporaciones, dónde va nuestro dinero de los impuestos, sé que nosotros exigiríamos cambios. 
Y en Irak nosotros intentamos llevar a cabo la misma política que tuvo tanto éxito en Arabia Saudita, pero Saddam Hussein no la compró. Cuando los hombres EHM fallan en este escenario, el próximo paso es lo que nosotros llamamos los chacales. Los chacales son de la gente de la C.I.A. que entran e intentan fomentar un golpe o una revolución. Si eso no funciona, realizar los asesinatos o intentan llevarlos a cabo. 
En el caso de Irak, ellos no pudieron acabar con Saddam Hussein. Sus guardias personales eran demasiado buenos. Él tenía dobles. No pudieron terminar con él. Así la tercera línea de defensa, si los EHT y los chacales fallan, son nuestros hombres y mujeres jóvenes [del ejército] que son enviados a morir y matar y eso es lo que obviamente hemos hecho en Irak. 
- ¿Puede explicarnos cómo murió Torrijos? (Ex presidente de Panamá, restituyó el canal a su país el canal, ndlr. 
- Omar Torrijos, el Presidente de Panamá había firmado el Tratado del Canal con Carter -y, sabe usted, pasó en nuestro Congreso por sólo un voto. Fue un asunto muy discutido. Y Torrijos entonces también siguió adelante y negoció con los japoneses para construir un canal a nivel del mar. Los japoneses quisieron financiar y construir un canal a nivel del mar en Panamá. 
Torrijos habló con ellos sobre la Corporación Bechtel que estaba muy disgustada, cuyo presidente era George Schultz y Director jefe del Consejo era Casper Weinberger. Cuando Carter fue apartado [y eso es otra interesante historia], cuando perdió las elecciónes, y entró Reagan, Schultz asumió como Ministro de Relaciones Exteriores desde Bechtel y Weinberger vino desde Bechtel para ser Ministro de Defensa, ellos estaban sumamente enfadados con Torrijos -intentaron hacerle renegociar el Tratado del Canal y que no hablara con los japoneses. Él se negó rotundamente. 
Él era un hombre de firmes principios, tenía sus problemas, pero era un hombre de principios. Torrijos era un hombre asombroso. Y así..., murió en una caída de avión en llamas que se conectó a una grabadora con explosivos en su interior. Yo había estado trabajando con él. Supe que nosotros los EHM habíamos fallado. Supe que los chacales estaban rodeándolo y... su avión explotó por una grabadora con una bomba en élla. No hay ninguna duda en mi mente que fue la rúbrica de la C.I.A. y la mayoría, muchos investigadores latinoamericanos, llegaron a la misma conclusión. Por supuesto, nunca oímos sobre esto en nuestro país. 
- ¿Cuán estrechamente trabajó con el Banco Mundial? 
- Mucho, muy estrechamente con el Banco Mundial. El Banco Mundial proporciona la mayoría del dinero que es usado por los EHM, el Banco Mundial y el F.M.I. Pero cuando fue el golpe de Septiembre/11, tuve un cambio en mi corazón. Supe que la historia tenía que ser contada porque lo que pasó en Septiembre/11 es un resultado directo de lo que los EHM están haciendo. Y la única manera que nos vamos a sentirnos seguros nuevamente en este país y que nos vamos a sentir bien con nosotros mismos será si usamos estos sistemas que hemos puesto en el lugar, para crear cambios positivos alrededor del mundo. 
Creo realmente que podemos hacer eso. Ayudar auténticamente a los pueblos pobres. Veinticuatro mil personas mueren cada día de hambre. Podemos cambiar eso.
Nota completa

Transcripción de una entrevista en el programa de Ammy Goodman-democracynow. La entrevista original se encuentra en: http://www.democracynow.org/



Para quien quiera leer el libro completo on line, este humilde servidor público ofrece aquí el enlace.
De nada.



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